El cuento como recurso didáctico es una fuente de enseñanza. El cuento tiene como característica una sabiduría de la vida que le es inherente. Esto le permite poseer una característica de universalidad. Paralelamente, aunque en el cuento existe una idea central alrededor de la cual se desenvuelve la trama, la interpretación que la persona hace del cuento es subjetiva y única. Aún para el mismo individuo en diferentes etapas de su vida un mismo cuento puede tener diversos significados, dependiendo de su estado de ánimo y de sus experiencias.

El cuento estimula la imaginación y la fantasía de quien lo lee o de quien lo escucha.

El cuento tiene una serie de características que lo hacen adecuado para utilizarlo como recurso didáctico tanto en educación infantil y primaria, ya que, estas son las mejores edades para infundir al niño al gusto por la lectura siendo una actividad lúdica que favorece la imaginación y creatividad.

Empezando por el titulo sugestivo de los cuentos el niño es atraído a un mundo de aventura y su estructura lineal y sencilla lo favorece para estas edades, hay una presentación de personajes, un conflicto, una acción del protagonista y un desenlace.

Estos textos son adecuados a la realidad del alumno porque generalmente son historias cercanas, existen notas de humor, y la forma lingüística es fácil de memorizar.

Los cuentos son un instrumento esencial en el comienzo de la lectura y escritura y tienen una gran importancia en el desarrollo emocional, afectivo, intelectual y lingüístico.

Estos textos favorecen el desarrollo de las capacidades: